Cada familia decide cuál es el mejor momento para acudir a nuestro centro Eco4d para realizarse una ecografía emocional y disfrutar así de conocer por primera vez a su futuro Bebé. Hay mamás que consideran prudente el esperar hasta la semana 20, para realizarse la 3D-4D y para evitar posibles disgustos que algún contratiempo pueda traer. Otras, como el caso de María y su marido Marcos, deciden visitarnos tan pronto como pueden para disfrutar de visualizar el embarazo que tanto tiempo llevaban esperando y que al fin han conseguido.
Esta joven pareja de Ferrol, como lo hacen todas de maneras diferente, nos conquistó en primer lugar por su juventud y su sentido del humor, pero sobretodo por su enorme madurez. María, de 23 años, conoce a Marcos, (que tiene 25) desde los 14 años que “le pidió salir en las fiestas de Ferrol”, y desde entonces no se han separado. Se casaron a los 20 años, y desde entonces han buscado el aumentar la familia. Pero ese momento se resistía. Fueron a especialistas para confirmar que todo estaba bien y cuando los resultaron les corroboraron que no existía ningún problema, sólo les quedaba el esperar a que “ el milagro de su Ana” llegase por fin.
Cuando esto ocurrió, las hormonas comenzaron a jugarle una mala pasada a la futura mamá, que pasó de ser una mujer tranquila y pausada a una padecer auténticos momentos de ansiedad e inquietud. Esas cosas suelen ocurrir, y una no puede hacer mucho para controlarlas. Fue entonces cuando Marcos le hizo el regalo de la ecografía en nuestro centro, él estaba seguro que cuando su mujer viese a su niña Ana, estaría mucho más tranquila. Y así ocurrió, cuando le contamos que con sólo 16 semanas de gestación su Bebé, de apenas 80 gramos de peso, ya es capaz de jugar con el cordón umbilical, chuparse el pulgar, puede cerrar los puños y sus oídos podían escucharla, que las mejillas y las mandíbulas se empiezan a desarrollar, se quedó sorprendida. Pero la sorpresa fue mayor cuando esta joven mamá comprobó sin parar de llorar que “su garbancito”, como le llaman cariñosamente, hacía todo eso y mucho más, que se movía muchísimo y que no paraba de mover sus deditos. Cuando la ecografía finalizó y María se levantó de la camilla, el abrazo que se regalaron entre ellos fue como mínimo conmovedor, tanto que decidimos dejarlos a solas en la sala para que pudiesen saborear ese momento de manera más privada e íntima. Se llevaron el Angel Sound para que María pudiera escuchar a su garbancito cada noche antes de acostarse y dormir mucho más tranquila y feliz.
Gracias a los dos, por vuestra simpatía, confianza y madurez.
No es frecuente encontrar a parejas tan jóvenes con las virtudes y valores que vosotros tenéis. Un besazo enorme para los tres.
Durante estos 5 años mas de 5.000 Mamás han conocido a su Bebé en:
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