La lactancia materna es una experiencia maravillosa que además de aportar la alimentación necesaria y completa a nuestro bebé, crea un vínculo muy estrecho entre madre e hijo.
Este proceso tiene un componente instintivo, por parte del recién nacido, y otro componente aprendido, de índole cultural, por parte de la madre. El instinto del bebé puede verse alterado por interferencias durante el parto o el posparto, y un correcto aprendizaje sobre el amamantamiento no siempre está presente en el entorno de las mujeres embarazadas y las madres.
En algunas ocasiones, cuando llega el momento de amamantar, no conseguimos que esa toma culmine con éxito, y eso nos provoca frustración, miedo, ansiedad, tristeza, preocupación y lo peor de todo … culpabilidad.
De entrada tienes que saber que tú no eres la culpable de nada porque no estás haciendo nada mal. simplemente te tienen que ayudar en el aprendizaje de amamantar.